Sí, puedo verlo caerse: el mundo a mi alrededor se desmorona. No, no vivo en Chile o Haití. No, no es de hielo. No, tampoco es de helio. Es un desastre, por no decir un desmadre. La casa, la gente, la escuela, la gente, el ballet, la gente, aquí, la gente, allá, la gente. La gente, la gente, la gente. Siempre ellos, siempre. Criticando, murmurando, siempre hablando. Mal o bien, bien o mal, pero siempre hablan, murmuran, pero a veces callan. Callan por que no tienen de otra, callan cosas que deberían decir, callan en momentos inoportunos, callan cuando deben hablar, ellos callan. La gente, habla o calla, pero siempre ellos, la gente.
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Escucho tu nombre y late mi corazón, late fuerte, late rápido, se desborda en amor. Hablo de ti, y mis ojos hablan por mi, dicen que tienen un brillo singular, que brillan de manera espectacular. Te sueño en sueños bonitos, y me salvas de los malditos. He perdido la cuenta ya, de las veces que te he vuelto a soñar, desde aquella primera vez en que mis sueños surcaste, para jamás desvanecer. Esto es raro, es extraño, hasta me está gustando; tanto, que hasta estoy rimando.
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NO ME FALLES. Gritaba ella una y otra vez. NO ME FALLES. Gritaba fuerte, más no le escuchaba él. NO ME FALLES. Pues lo habían hecho antes, y no quería que él lo hiciera también. NO ME FALLES. Confiaba en él, tanto como en ella lo hacía él. NO ME FALLES. Quería que la escuchara gritar, más sordo parecía él estar. NO ME FALLES. Él no la escucho, y también le fallo.
No me falles!, ¿es que nadie puede comprender esas palabras? :/
ResponderEliminarMis ojos no brillan al hablar de ella, se hunden cada vez mas por recordar la manera en que a mi me fallaron... otra vez.
El pequeño problema de vivir... soportar gente que vive.
ResponderEliminarNo me falles. Sabes, es más fácil fallar, más no imposible tratar de no hacerlo.