Nervios

El lunes pasado fue uno de esos días de los que preferirías mejor no haber despertado tan bien como para salir. De esos en que era mejor que te diera una diarrea infernal, pero no, eso no pasó y saliste de tu casa. Ese fue mi caso, para comenzar era lunes, hacía mucho calor, y para acabarla de amolar, me encontré con “Él”.

Si, de frente, así sin más ni más. Alguien que para mí ya estaba hasta cremado, o al menos eso creí…

Pensé en saludarlo… pero caminaba hacia él cuando vi a su hermana… a la cual había visto 3 veces en mi vida… una vez antes de q pasara todo (ejem) lo q pasó, y otra en su casa… cuando todo estaba por pasar. En ese instante me desvié totalmente de mi rumbo y fui a parar al final de los zapatos de caballeros, por que ahí fue donde me los encontré, de compras, (con lo que me encanta ir a comprar).

Yo seguí como si nada pasara… aunque claro, dentro de mí pasaba lo contrario a nada: TODO!!.

Me encontraba viviendo una escena casi tipo película, cuando la vi: ¡Su mamá!... A la que, igual que a su hermana, había visto 3 veces, en las mismas situaciones, y con la cual solo había tenido una conversación de menos de 15 palabras.

Creó que fue en ese momento cuando mi madre se percato de lo que sucedía, todo el mundo se pudo haber dado cuenta después de que exclamé un trágico: "¡No puede ser! ¿Por qué no se van?"

Mi madre pregunto que qué rayos me pasaba. Y pues bueno, se lo dije. Lo volví a ver, y comence (estúpidamente) a pensar: tan alto, tan él, tan irresistible… Espera, ¿dije irresistible?... ¡¡¡D-E-M-O-N-I-O-S!!!

Y en ese momento aparecieron los terribles y asquerosos:

NERVIOS

Si, se hicieron presentes con todo y sus secuaces: escalofríos y movimientos involuntarios de pies y manos. Algo raro estaba pasando en mi, y no era nada bueno, ¡nada! Digo, después de meses yo esperaba que estuviera superado, y como lo dije, al menos yo creía que así era, pero solo estaba engañando a alguien: A mi…

Creo que me sigues gustando…